Ernesto Naranjo y ManéMané se unen para presentar una nueva forma de colaboración. Un espacio donde sus universos creativos dialogan y construyen un mensaje común que refleja su visión compartida de la industria de la moda actual. En ambas propuestas se busca crear un diálogo entre procesos creativos donde el espectador pueda entender todo aquello que se esconde detrás de la presentación de una colección.
La colección primavera-verano 2026 de ManéMané se sumerge en las memorias del folclore montehermoseño, reinterpretando sus siluetas más icónicas con un enfoque contemporáneo. Las prendas recuperan volúmenes característicos, inspirados en la indumentaria tradicional de Montehermoso y los traduce en vestidos complejos en un entorno actual. La propuesta se convierte en un ejercicio de respeto y renovación, donde el archivo popular se revisita con sensibilidad en una búsqueda de identidad que abraza el cambio.
Por su parte, la colección primavera-verano 2026 de Ernesto Naranjo nace del diálogo entre lo geométrico y lo etéreo. Una propuesta que busca el equilibrio entre estructuras precisas y la ligereza de los tejidos, generando una narrativa visual en la que cada prenda se convierte en una forma viva de movimiento.
A través de superposiciones y transparencias, las capas crean sombras inesperadas que transforman la silueta y aportan una dimensión casi onírica al conjunto. El color, protagonista silencioso, evoca figuras en constante dinamismo. Los tules vaporosos, los satenes fluidos y los materiales elásticos dialogan con el cuerpo, acompañando cada gesto con complicidad.
En esencia, la colección es un homenaje al equilibrio entre forma y fluidez, entre sombra y luz, entre lo real y lo ideal.